¿Cuántas veces dijiste “no tengo tiempo”? 😩
La mayoría de los corredores de seguros no tienen un problema de tiempo, sino de foco. Hacen mil cosas, pero no siempre las que mueven la aguja de su negocio.
Y eso genera frustración, desgaste y sensación de estar ocupado sin avanzar.
🔍 El foco no es hacer menos, es hacer mejor

Foco no significa trabajar más. Significa trabajar con intención. Es saber:
Qué tareas son prioritarias 🔝Qué actividades podés delegar o eliminar 🗑️
Cuándo necesitás decir que no 🛑
Tener foco es como tener una linterna: dirigís tu energía hacia donde genera impacto.
Y en el día a día del corredor de seguros, donde conviven cotizaciones, renovaciones, urgencias, WhatsApps y reuniones, tener foco es una ventaja competitiva silenciosa pero poderosa.
🔁 Las trampas de la falsa productividad
¿Te suenan estas situaciones?
Responder mails apenas llegan
Atender urgencias ajenas todo el día
Saltar de tarea en tarea sin terminar ninguna
Terminar agotado, pero sin saber qué lograste
Eso no es productividad. Es estar ocupado. Y estar ocupado no siempre significa avanzar.
La trampa está en la sensación de movimiento constante: parece que trabajamos mucho, pero si revisamos al final del día, no avanzamos en lo que realmente importa.
🛠️ Cómo priorizar lo importante (aunque todo parezca urgente)

Establecé 3 prioridades al día: ¿Qué tres cosas sí o sí querés lograr hoy? Esas que, si las hacés, sentís que valió la pena el día.
Diferenciá lo urgente de lo importante: Lo urgente grita. Lo importante construye. Aprendé a escucharte más a vos que a los mensajes que suenan.
Agrupá tareas similares: Atendé llamados en bloque, contestá correos en bloque. Evitá el salto constante entre temas.
Protegé tu tiempo de enfoque: 1 o 2 bloques diarios sin interrupciones. Son sagrados. No son negociables. Apagá notificaciones, cerrá pestañas, avisá que no estás disponible.
💬 Caso real: Verónica y el día sin respiro
Verónica es corredora hace 5 años. Terminaba cada jornada con la sensación de no haber hecho nada "estratégico". Siempre ocupada, siempre resolviendo.
Cuando empezó a definir sus 3 prioridades diarias y reservar 2 bloques de trabajo profundo, su nivel de avance y bienestar cambió. Hoy se siente dueña de su agenda, y eso impactó incluso en cómo perciben su profesionalismo sus propios clientes.
💡 Tip extra: el poder de revisar
Antes de terminar tu día, preguntate:
¿Qué hice hoy que me acercó a mi objetivo?
¿Qué hice que me sacó energía sin aportar valor?
Revisar te permite ajustar. Y ajustar, mejorar.
Y si hacés esta revisión una vez por semana, también podés reconocer patrones. ¿Qué tareas siempre te drenan? ¿Qué actividades postergás todo el tiempo? Ahí tenés información valiosa sobre tus verdaderas prioridades (y tus saboteadores).
📌 Bonus: 5 decisiones para entrenar tu foco como corredor
No atender llamadas mientras estás redactando una propuesta importante
No leer el correo en los primeros 30 minutos del día
Usar un temporizador (tipo Pomodoro) para mantenerte concentrado
Poner un cartel físico o digital que diga “Bloque de foco”
Hacer primero eso que más postergás, ni bien empezás el día
Foco no es magia. Es una decisión diaria. Elegir en qué ponés tu atención, tu tiempo y tu energía.
Como corredor de seguros, no podés controlar todo lo que pasa en el día, pero sí podés controlar qué hacés con lo que sí depende de vos.
¿Y si mañana arrancás el día con claridad, en lugar de correr detrás del caos? El foco es una elección. Y está en tus manos.